Así llegaba a su final la emblemática serie de Goku y los Guerreros Z

¡Hola, queridxs amigxs! ¿Cómo están? El día de hoy 31 de enero se cumple un nuevo aniversario de la emisión del último episodio de Dragon Ball Z, el cual estrenó en el año 1996. Por tal motivo, lxs invitamos a repasar todo lo que nos dejó aquella última entrega y lo que significó ese día, tanto para la historia de Dragon Ball como para sus fans alrededor del mundo.

ATENCIÓN: La siguiente publicación puede contener spoilers

Sobre Dragon Ball Z

Dragon Ball Z es la secuela de la serie Dragon Ball (1986-1989), creada por Akira Toriyama y producida por Toei Animation. Emitida desde 1989 hasta 1996, estuvo conformada por 291 episodios y se basó en los 26 volúmenes del manga que no fueron cubiertos por el primer anime. Finalizada esta segunda entrega, la franquicia se extendió con Dragon Ball GT (1996-1997) y Dragon Ball Super (2015-2018).

Así fue el primer episodio de Dragon Ball Z

Dragon Ball Z narra los acontecimientos de la vida adulta que lleva Goku, al tiempo que acompaña la niñez y madurez de su primer hijo, Gohan. La temporada se extendió a lo largo de cinco arcos principales:

• Saiyajin (episodios 1 a 35).
• Freezer (episodios 36 a 107).
• Garlic Jr. (episodios 108 a 114).
• Androides y Cell (episodios 115 a 194).
• Majin-Boo (episodios 195 a 291).

El Arco de Majin-Boo

Pasaron 7 años desde que Gohan logró derrotar a Cell con el KameHameHa Padre e Hijo, y la paz reina en la Tierra. Sin embargo, la tranquilidad estaba a punto de acabarse. En esta ocasión, será el mago Babidi quien amenaza con terminar con este período de calma que atraviesa la humanidad. Su objetivo es despertar al temible Majin-Boo, un monstruo creado por su padre Bibidi que quedó sellado hace mucho tiempo atrás.

Como detallamos anteriormente, el Arco de Boo dio inicio en el episodio número 195 de la serie, que estrenó en 1993. Casi 100 capítulos y 3 años pasaron para que llegáramos al día que hoy conmemoramos.

El sueño de Goku: el último episodio de Dragon Ball Z

El capítulo se tituló «Motto tsuyoku!! Gokû no yume wa chô dekkê» o, como lo conocimos en Latinoamérica, «El sueño de Goku».

¿Qué veríamos en este capítulo? Para empezar, sonaría por última vez el opening «WE GOTTA POWER», cuya adaptación latinoamericana de la mano del eterno Adrián Barba se transformó en un himno.

Nos situamos en la edición número 28 del Torneo de las Artes Marciales, en el enfrentamiento entre Goku y un joven llamado Oob. Recordemos que, al momento de vencer a Majin-Boo 10 años atrás, Goku deseó que el villano reencarnara en una buena persona ya que al ser tan poderoso despertaba un enorme interés en el saiyajin.

Conforme fue avanzando la pelea, Oob demostró cada vez más fortaleza y agilidad en sus movimientos, por lo que todos quedaron completamente sorprendidos. Aquello no hizo más que confirmar la teoría de Goku: ese jovencito era la reencarnación de Majin-Boo.

Una vez que pudo confirmar sus sospechas, Goku le propuso a Oob convertirse en su maestro y el pequeño aceptó, por lo que el saiyajin fue a despedirse de su familia de la manera más emotiva…

«Me voy a la casa del pibe este, ni idea en cuántos años voy a volver, nos vemos». Sí, literalmente así fue su despedida, típico del buen Goku. No le importó absolutamente nada.

Goku se fue volando con Oob a sus espaldas completamente emocionado por el futuro que les esperaba a ambos. «¡¡¡Nos volveremos más fuertes!!!» fue el grito que lanzaron al aire con el puño elevado, finalizando así la historia de Dragon Ball Z.

El fin de una era

¿Qué decirles, amigxs? Se hace difícil comentar algo sobre Dragon Ball que no se haya dicho ya. Pero les voy a hablar desde mi punto de vista como fan y amante de este maravilloso ícono del anime.

El final de la serie Dragon Ball Z no significó el fin de la franquicia, ya que la misma se mantuvo a lo largo de los años. Al poco tiempo apareció GT y más tarde Toriyama volvería con Super. Hemos podido vivir el estreno de nuevas películas en el cine como «La Batalla de los Dioses», «La Resurrección de Freezer», «Broly» y «Super Hero». Aún hoy, las nuevas generaciones observan con una emoción entrañable las figuras de Goku, Gohan, Vegeta y compañía.

Los días más felices

A pesar de todo esto, creo que ninguna experiencia ha logrado igualar lo que representó Dragon Ball Z para quienes hemos crecido con la serie.

Aquellos desayunos previos a ir a clases viendo el padecimiento del pobre Gohan siendo entrenado por un antipático Piccolo. Esas meriendas cargadas de emoción donde nos acercábamos al momento que más estábamos esperando: la transformación de Goku en Super Saiyajin. Las travesuras de Cartoon Network que nos reiniciaba automáticamente la serie en aquél momento… pero poco nos importaba. Allí estábamos. Volviendo a ver todo desde el inicio con la ilusión de que, ahora sí, podríamos contemplar la transformación más esperada. Y llegó, por fin llegó y nuestros corazones explotaron.

Dragon Ball Z nos regaló momentos únicos. El último capítulo de la serie significó una despedida más que emocionante: no finalizaba un anime o un programa de televisión. Con aquél episodio partía una historia que acompañó a millones de personas a lo largo de muchos años. Una generación entera que supo creer en la amistad y en el poder de la fuerza de voluntad gracias a sus guerreros favoritos. Terminaba un camino. Sabíamos que vendría uno nuevo, pero éramos conscientes de que lo que vivimos con Dragon Ball Z había sido histórico.

Bueno, me hicieron emocionar. Hasta acá llegamos amigxs, les agradecemos por elegirnos una vez más y esperamos que les haya gustado esta nota sobre el último episodio de Dragon Ball Z. Recuerden que la serie completa se encuentra disponible en Crunchyroll.

Nosotrxs nos despedimos y deseamos verlxs nuevamente. ¡Hasta la próxima!

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