El responsable del incendio que mató a 36 personas y dejó heridas a otras 32 en 2019, hoy retiró su propio recurso de apelación contra la sentencia de muerte.
El pasado 25 de enero de 2024, Shinji Aoba, el responsable del ataque de incendio al estudio Kyoto Animation, fue sentenciado a Pena de Muerte por un tribunal japonés del distrito de Kioto, y hoy, el retiró su apelación.
El hecho se llevó a acabo el día 18 de julio de 2019 cerca de las 10:30hs, en Japón, y la policía calificó el acto como catástrofe provocada con premeditación. El incendio causó la muerte de 36 personas y dejó 32 heridos en estado de gravedad.
¿Quién fue el responsable?
Según las autoridades Shinji Aoba ingresó a las instalaciones del estudio principal de KyoAni en la ciudad de Kyoto (al Oeste de Japón) y al grito de «los voy a matar» vertió cerca de 40 litros de gasolina y le prendió fuego. Él también terminó con graves quemaduras por lo que fue ingresado en un hospital de la zona.
El motivo
Shinji Aoba, había acusado al estudio de robar las ideas de una novela suya que previamente había registrado en un concurso de Kyoto Animation, y luego utilizarlas en una serie anime. En este sentido durante lá última década KyoAni lanzó estas convocatorias, donde solicitaba a autores que registren sus novelas para competir. Y en caso de ser elegidas verían su historia convertida primero en un manga y luego en un anime.
Aoba registró su obra, aunque no queda claro en cuál de los múltiples concursos realizados. Lo que sí aseguran los abogados del estudio, es que su novela no pasó nunca de la primera ronda eliminatoria.
Lo extraño, es que nadie en Kyoto Animation conservó una copia, ni registro alguno sobre el trabajo del incendiario. Los abogados señalan categóricamente que «no hay similitudes entre el contenido de la novela presentada y cualquier trabajo de Kyoto Animation».
El proceso judicial
Luego de un proceso judicial de casi 5 años, el foco del juicio fue si Shinji Aoba era suficientemente competente mentalmente como para considerarlo penalmente responsable.
Los fiscales, argumentaron que sí, y solicitaron la pena de muerte en diciembre de 2023, asegurando que no podía haber un castigo alternativo considerando sus actos.
Por otra parte, la defensa expresó que debería ser absuelto o recibir una sentencia reducida debido a su deteriorado estado mental. En este sentido 2 psiquiatras testificaron ante el tribunal pero tenían opiniones divididas sobre su estado mental.
Su infancia
De septiembre a diciembre del año pasado, se realizaron 22 sesiones de prueba, donde se reveló mucho sobre su niñez y su educación.
Nacido en una familia con otros dos hermanos en la prefectura de Saitama, los padres de Aoba se divorciaron cuando él tenía 9 años. Luego vivió con su padre, su hermano mayor y su hermana menor. Su padre era estricto y abusivo. Y según los relatos de su hermano leídos en el tribunal, solía castigar a Aoba y a su hermano haciéndolos permanecer desnudos afuera durante el invierno y salpicándolos con agua fría.
Temas de análisis
El eje de análisis para poder definir un veredicto, hizo incapié en cómo Aoba acumuló rencor contra Kyoto Animation. Y también en el hecho de seguir adelante con su plan de incendiar el estudio, a pesar de haber tenido tiempo para pensarlo y buscar otra alternativa.
Los fiscales describieron a Aoba como alguien que tiende a culpar a otros por sus desgracias y se vuelve violento por los agravios que alberga.
Nobuo Komiya, profesor de criminología en la Universidad de Rissho, dijo que las personas que cometen delitos como resultado de sentirse agraviados por la sociedad, a menudo apuntan a símbolos de felicidad.
«La razón por la que un símbolo de felicidad se convierte en el objetivo es porque sienten una creciente sensación de injusticia», dijo Komiya
Cuando sus novelas fueron rechazadas en 2017 por los premios anuales Kyoto Animation Awards, quedó más que devastado. Y Aoba afirmó que la “persona en la oscuridad”, una figura de sus delirios que, según él, lo ha estado siguiendo, le ordenó a Kyoto Animation que rechazara su historia.
Luego comenzó a guardar rencor contra Kyoto Animation. Cuando encontró escenas ilustradas en otras producciones de Kyoto Animation que parecían similares a las que él había escrito, lo tomó como un acto de plagio. Desencadenando en el acto incendiario que acabó con 36 vidas y 32 heridos de gravedad.
La sentencia
Finalmente y luego de casi 5 años de proceso judicial, el 25 de enero de 2024, un tribunal japonés del distrito de Kioto, declaró culpable a Shinji Aoba, sentenciándolo a Pena de Muerte. Además determinaron que no se hallaron signos de enfermedad mental ni de que se encontrara en un episodio de delirios transitorios a la hora de cometer el ataque. Ya que al momento de realizar el hecho mantuvo maniobras evasivas para intentar no ser identificado.
El tribunal aseguró que «cometió el delito por propia voluntad por rencor hacia Kyoto Animation y no estuvo influido por delirios». El dictamen, también le da caracter de «cruel e inhumano» el crimen de quemar personas.
«No tengo nada que decir»
Aoba ingresó en silla de ruedas al recinto, en la que quedó postrado por las graves secuelas del incendio, en el que casi muere quemado. Le preguntaron si quería decir algo, permaneció en silencio unos 10 segundos antes de contestar: «No tengo nada que decir» y apelando la sentencia.
El retiro de la apelación: Sentencia firme
El 28 de enero de 2025, Shinji Aoba, el responsable del incendio que mató a 36 personas y dejó heridas a otras 32 en 2019, retiró su propio recurso de apelación contra la sentencia de muerte por lo que la sentencia queda firme, en espera de fecha de ejecución del fallo.
Japón y Estados Unidos son los únicos dos países desarrollados que mantienen la pena de muerte. La última vez que Tokio ejecutó una sentencia de muerte fue el 26 de julio de 2022 a Tomohiro Kato, de 39 años, por asesinar de puñaladas a 7 personas e herir a otras en 2008.
El Código de Procedimientos Criminales de Japón estipula que la pena de muerte se debe llevar a cabo dentro de los seis meses una vez dictada la sentencia, pero la realidad es que esto casi nunca se cumple. Entre los años 2000 y 2022 se llevaron a cabo 98 sentencias de muerte. El período más corto entre una sentencia y una ejecución fue de un año, mientras que el más largo fue de 19 años y 5 meses.
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, actualmente hay 106 presos condenados a muerte en Japón.
Pronto se revelará más información al respecto.
Fuentes: Fayer Wayer; Web del estudio; Levante; Nippon
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